Aprendiendo a barrer los pisos

Mi nombre es Carina Echeverría. Vivo en la ciudad de Santiago de Chile. Soy peluquera desde hace más de 20 años.

Empecé barriendo pelos a los 14 años. Mi madre tenía montado un pequeño salón en el garaje de nuestra humilde casa en Punta Alta, una ciudad del gran Santiago.

Veinte años después soy estilista profesional. Con orgullo puedo decir que soy encargada en uno de los salones más importantes de la ciudad de Santiago de Chile.

Porque decidi convertirme en estilista profesional

De a poco mi madre me fue brindando más confianza. Primero me permitió lavar el cabello de las clientas. Me acuerdo como si fuese hoy la primera vez que lave el cabello de una clienta. ¡Qué felicidad! Era una vecina del barrio que venía siempre. Una señora mayor. Ya no le quedaba mucho pelo. Creo que por eso mi madre me dejo lavárselo.

Con los años mi madre me fue enseñando los por menores del corte de cabello propiamente dicho. Gracias mami. Cuanta paciencia me tuviste.

 

¿Porque decidí convertirme en estilista profesional?

Al terminar el colegio a los 18 años tuve que decidir qué haría. Por supuesto costear una universidad era muy difícil.  Les cuento a los hermanos latinoamericanos que pudieran estar leyendo, que la educación terciaria aquí en Chile es siempre sinónimo de controversias por lo privativa que resulta para personas como yo, de bajos recursos.

Eso me dejo casi un único camino posible. Seguir siendo peluquera. Pero quería hacerlo a lo grande. Quería progresar en la profesión. Que mi madre pudiese estar orgullosa del lugar al que llegara su hija. Iba a convertirme en estilista profesional.

Decidí entonces buscar empleo como peluquera en un salón del centro de Santiago. Luego de meses de búsqueda y depresión por no encontrar me llamaron de una peluquería muy famosa para una entrevista. Me tomaron.

Fue uno de los días más felices de mi vida. Por lo menos hasta ese momento.

Con el correr de los años me fui encontrando, con muchos otros momentos muy felices, gracias a diós. Mi esposo, mis hijos, la carrera que estoy haciendo.

Fue como volver a empezar. De nuevo a barrer los pisos, lavar el pelo y todas esas tareas que poco tienen que ver con el arte de cortar el cabello.

Con el correr del tiempo me fui ganando la confianza del encargado de esta sucursal de una peluquería muy famosa de Chile.

 

¿Que paso después?

Después llegaron los desfiles con modelos internacionales. Producciones de fotos en el extranjero. Trabajo para producciones cinematográficas.

¿Porque amo ser estilista profesional?

Amo ver la cara de felicidad de las clientas cuando salen del salon. En esta profesión hay que estar siempre informado de las nuevas tendencias. De los nuevos tratamientos. (Fuimos uno de los primeros salones en hablar del botox capilar). Es ese hambre de aprender todos los días es lo que me motiva.

 

 

Hoy vivo en el centro de la ciudad de Santiago con mi marido y mis dos pequeños hijos. Soy encargada del mismo salón donde comenzó todo hace unos 15 años atrás.

Mi madre está muy orgullosa. Les cuenta a sus clientas una y otra vez sobre su hija famosa, como dice ella.

 

Cursos y capacitaciones

Amo esta profesión. La amo porque núnca deja de sorprenderme.

Asi fué como un día me llego una propuesta que núnca me hubiese imaginado: enseñar peluquería.

Las vueltas de la vida. Yo, una persona sin estudios formales, dando clases, enseñando ¿Quién lo hubiese dicho?

Descubrí en la enseñanza otra veta que amo de esta profesión. Poder transmitir lo que uno aprendió es impagable.

 

Gracias a todos los que me ayudaron a convertirme en estilista profesional. Gracias por ayudarme a hacer realidad mi sueño. Gracias a todos los que confiaron en mí. Y sobre todo a los que no confiaron. Por que sin su desconfianza no habría llegado a convertirme en estilista profesional. Gracias.