Las permanentes de los ’80 volvieron y casi nadie puede permanecer indiferente a sus embrujos.
Pero ATENCIÓN.
Antes de hacerte una permanente, es necesario tener en cuenta algunas cosas.
Porque una permanente puede dañar tu cabello, e incluso provocar su caída, si las cosas no se hacen bien.
¿Quieres saber cómo lo sé?
Lamentablemente, porque hablo con conocimiento de causa.
Hace seis meses mi amiga Lila y yo, decidimos hacernos una permanente.
¿Tienes una amiga con la que correrías para alcanzar el arco iris? ¿Tienes una amiga que conoce todos tus secretos, incluso aquellos en los que no te animas a pensar?
Ese es el tipo de relación que tenemos con Lila.
Y compartíamos además, nuestro continuo descontento por cómo se veía nuestro cabello.
- En mi caso tenía unos rulos que no eran ni una cosa ni la otra. No eran rizos definidos, y por si esto fuera poco, las raíces luían planas y achatadas y en las puntas, se formaban los bucles.
- En el caso de mi amiga, su cabello era lacio. Y estaba absolutamente aburrida de su aspecto.
Por eso, pensamos que la permanente nos beneficiaría a ambas.
Porque en mi caso, emparejaría los rizos y lograría mayor definición. Y en el caso de Lila, lograría un look más salvaje, que es lo que ella quería.
Lamentablemente, no pudimos conseguir cita en el mismo salón el mismo día. Pero como no podíamos esperar más, yo tomé la cita en mi salón de toda la vida, y Lila, la tomó en un salón ubicado cerca de su casa.
Y eso, ese pequeño detalle, cambió el curso de la historia.
Porque no es lo mismo, hacerte un tratamiento tan delicado como la permanente en un salón donde conoces a los estilistas desde hace mucho tiempo, que un salón del que no tienes referencias.
¿Quieres que te diga la verdad?
Lila debería haber salido corriendo de ese salón. Porque cuando entró, algo no se veía bien. Faltaba higiene, se notaba que no barrían el piso desde hacía un día por lo menos, por la cantidad de cabello que había en él.
Pero además, la estilista prácticamente ni le miró el cabello. La sentó en la silla, y sin mediar palabra, le empezó a aplicar el producto.
Lila intentó decirle que el olor que largaba el producto era insoportable, y también intentó decirle que sentía que su cuero cabelludo le quemaba.
Pero nada. La estilista, en algún momento Lila pensó que se trataba de un robot, proseguía con su trabajo, como si mi amiga no existiera.
Cuando terminó el trabajo, los rulos estaban ahí. Y todo parecía estar bien. Mi amiga aún no estaba pelada y estaba contenta con los resultados. Así que se sintió mal, porque pensó que había juzgado mal a la estilista.
Pero todo cambió a los diez días.
Nubarrones negros acechaban por encima de la cabeza de mi amiga, sin que pudiera hacer nada para detener el tsunami que se avecinaba.
Recibí su llamado desesperado, y como no entendía nada lo que me decía por el móvil, corrí a su casa.
Su madre me abrió la puerta, y sin decirme una palabra, me indicó con un gesto de sus ojos, que Lila estaba encerrada en su habitación.
Cuando abrí la puerta, la encontré hecha un ovillo en el suelo. Su cara estaba desfigurada por el llanto, y en la mano, sujetaba fuertemente, varios mechones de cabello.
La permanente había debilitado su cabello, hasta el punto que cuando se lo desenredaba, en el cepillo quedaba atrapados muchos cabellos, más de la cantidad normal.
Pero, ¿qué había pasado?
- Mi cabello lucía perfecto después de hacerme la permanente. No había notado ni pérdida del cabello, ni puntas abiertas ni se había vuelto seco como el clima del desierto.
- En cambio, el cabello de Lila estaba arruinado. Tan arruinado como su ánimo.
Además de la pérdida de pelo, al tacto se notaba áspero, seco, frágil y quebradizo.
Después de dos horas de terapia zen, la convencí para visitar a mi estilista y que nos ayudara a entender qué había pasado.
¿Quieres que te cuente lo que descubrimos?
Entonces, sigue leyendo, porque te contaré:
- Qué precauciones debes tomar si te haces la permanente y quieres evitar la caída del cabello.
- Cómo recuperar la salud del cabello después de una permanente mal hecha.
Y por último, también te contaré como Lila recuperó la confianza en los estilistas.
Si estás a punto de hacerte una permanente, aprieta el freno y lee lo siguiente, porque puede marcar un antes y un después en tu vida, y en la de tu cabello.
Tabla de Contenidos
Cómo evitar que la permanente te produzca caída del cabello
Te conté que pude convencer a Lila para ir al salón de mi estilista. La pobre nos recibió prácticamente con el amor de una madre. Y es que yo ya le había contado cómo se encontraba Lila.
Lo primero que hizo fue invitar a sentarnos, para que Lila estuviera tranquila.
Y ahí comenzó la explicación.
- Los químicos que se usan en la permanente, contienen hidróxido de sodio, que tiene un factor de pH de 10 a 14.
- Esto facilita que pueda penetrar en el tallo del cabello, cambiando su estructura. Sin embargo, puede penetrar simultáneamente en el cuero cabelludo y causar quemaduras químicas.
- Además, debemos tener en cuenta que cada cabello se compone de múltiples capas, con una capa externa que forma una vaina protectora alrededor de las delicadas capas internas.
- Las permanentes pueden dañar la capa externa y hacer que el cabello se seque y se desprenda.
¿Quieres saber lo peor?
Una vez que el daño está hecho, no puede ser reparado.
Porque una vez que los folículos pilosos se dañan, dejarán una cicatriz y darán como resultado la pérdida permanente del cabello. Por suerte, este no era el caso de Lila.
Lanzamos las dos una exclamación de alivio. El daño no era permanente.
Pero, la solución de permanente también puede producir un adelgazamiento del cabello, que conduce a la rotura.
Debido a que es un tratamiento que resta humedad en el cabello, puede dañar la resistencia del tallo del cabello, dejándolo débil, quebradizo y propenso a la rotura.
A lo largo de la charla, descubrimos lo que había pasado en el cabello de Lila.
Su cabello estaba debilitado, por los continuos tintes que se aplica. Y la estilista, ni se había tomado la molestia de estudiar su cabello y observar si se encontraba saludable.
Grábatelo a fuego, como su fuera ese tatuaje que siempre quisiste llevar en tu piel: PARA PODER HACERTE UNA PERMENENTE TU CABELLO DEBE ESTAR EN PERFECTAS CONDICIONES DE SALUD.
Y el cabello de Lila no lo estaba. La estilista debería haberle recomendado realizar durante 15 días, tratamientos intensivos de hidratación previos a realizarse la permanente. Porque de esa manera el cabello se fortalecería, y soportaría mejor la solución de permanente.
Una estilista debe evaluar la condición de tu cabello y decidir si puede resistir los productos que se aplicarán.
Después de observar el cabello de Lila, mi estilista determinó que además se habían utilizado productos de baja calidad, e incluso, se arriesgaba a pensar, que habían aplicado una solución permanente que no era compatible con los cabellos teñidos.
¿Tenía solución el cabello de Lila?
En el corto plazo, no. Y a eso siguió un mar de lágrimas.
En el largo plazo sí. Y a eso siguió un abrazo de oso de amigas, de esos que te salvan la vida.
Esto es lo que hizo Lila para recuperar la salud de su cabello después de la permanente.
Cómo detener la caída de cabello después de una permanente
Lo primero, que hizo mi estilista, fue recortar las puntas abiertas del cabello de Lila. De esta manera, retendría mejor la humedad.
También le recomendó que se realizara un tratamiento de hidratación intensiva una vez por semana.
No te compliques mucho con esto. El aceite de coco, o incluso, el aceite de oliva son excelentes para recuperar la humedad natural del pelo.
Por supuesto, le prohibió, el uso del secador de pelo, por lo menos durante un mes.
Y aunque no lo creas, mi estilista le sugirió cuidar mucho su alimentación, porque por si no lo sabes, eres lo que comes. Por eso, le recomendó ingerir alimentos ricos en vitaminas A, B, C y B12.
¿No sabes qué alimentos contienen estas vitaminas?
Toma lápiz y papel: calabaza, zanahorias, kiwi, naranja, mariscos, huevo, nueces, brócoli, espinacas, almendras, frutos secos y pescados.
¿Quieres saber qué pasó con el cabello de Lila?
Después de seis meses, la acompañé a mi salón y volvió a apostar por la permanente.
Y cuando terminó, nuevamente terminamos en un abrazo de oso.
Porque sus rizos estaban excepcionales y un mes después, no perdía más cabello que lo habitual.
Ahora, ya lo sabes. Si quieres hacerte una permanente y evitar la caída del cabello y el deterioro, lo más importante es partir de un cabello saludable y fuerte.
Y por supuesto, la mano de una estilista profesional.
¿Has tenido alguna vez una mala a experiencia con la permanente?