Hoy te quiero contar mi experiencia usando el shampoo morado con mi cabello seco.
Si, así como lees.
Me eche el shampoo morado en el cabello sin mojarlo, ni humedecerlo ni nada.
¿Crees que estoy un poco loca?
Puede ser.
Hace algunos días, mi vida al mejor estilo de Reese Witherspoon en la película “Legalmente Rubia”, se transformó rápidamente en una de esas películas de terror, donde la primera que matan es a la protagonista rubia.
Veinte días antes, había ido a la peluquería a retocar el color de mi cabello.
No sé tú, pero odio cuando empiezan a asomar las raíces o algunos mechones de mi pelo, se empiezan a ver del color de los pollitos amarillos recién nacidos pidiendo atención.
Hasta aquí todo bien.
Salí de la peluquería super feliz, amo a mi colorista.
Capta a la perfección la esencia del color que quiero en mi cabello.
Los días transcurrieron con su devenir habitual, trabajo, salidas con amigas y amigos, compras, deporte, descanso.
Hasta que hace tres días, mientras disfrutaba de una copa de vino malbec en la terraza de mi departamento después de un agotador día en el que mi jefe estaba algo más que de malhumor, mi celular me arrancó de la placidez del momento.
Su voz del otro lado casi echa por tierra mi copa de vino.
Todo mi mundo pareció detenerse envuelto en esa suave voz, algo ronca, pero no por eso menos, sexy.
¡Era él!
Joaquín.
Ese por el que mis mechas rubias, en su estado perfecto o ya descoloridas, adquirían vida propia de solo mirarlo.
Llamaba para invitarme a cenar.
Creo que de los nervios le contesté la hora y corté.
Corrí a mi habitación.
Abrí el ropero.
¿Pollera o vestido…? Vestido negro infartante, esa noche tenía que estar vestida para matar…de amor.
Corrí al baño.
Me miré en el espejo.
Cutis…perfecto.
Maquillaje…no faltaba nada.
Uñas…impecables.
Pelo…¡un completo desastre!
De lo hermoso que habia dejado Joaquin mi cabello ya no quedaba nada, se veía horrible de un color amarillo viejo.
Tenía que hacer algo, solo faltaban dos horas para que Joaquín me pasara a buscar.
Levanté mi vista, después de renunciar a dejarme caer en las garras de la desesperación.
Me puse a buscar el shampoo morado en el cuarto de baño.
Es el shampoo que utilizo cada ocho días para revitalizar mis pelos rubios y evitar que se pongan amarillentos.
Pero no tenía tiempo de lavarme el cabello dos veces.
De repente, el instinto de supervivencia se encendió dentro de mí.
¡Colocaría mi shampoo morado sobre el cabello seco!
No estaba segura acerca de lo que pasaría, pero en el peor de los casos, tenía una colección increíbles de sombreros chic para tapar mis cabellos.
Tomé el frasco del shampoo morado, miré a los cielos y me puse en las manos de todos los dioses de todas las mitologías que tuvieran que ver con el pelo.
Y si no existían, les juro que los inventé ese día.
¿Quieres saber ocurrió al colocar el shampoo en mi pelo seco?
Espera, primero te contaré cómo aplique el shampoo en seco.
Tabla de Contenidos
Cómo aplicar el shampoo morado en seco
Hasta ese momento siempre había utilizado mi shampoo morado en la ducha, lo dejaba actuar unos diez minutos y después lo enjuagaba.
Lo utilizo cada ocho o nueve días para prolongar la coloración rubia de mi cabello.
Es que logro que automáticamente le saque el amarillento que se me hace en algunos mechones.
Ese amarillento horrible que se produce cuando nuestros cabellos entran en contacto con los rayos solares, el agua corriente y en mi caso en particular, el agua de la piscina de natación, a la que concurro dos veces por semana.
Además, lo que me encanta de este shampoo es que es libre de sulfatos, esos detergentes que resecan el pelo, le aporta a mi pelo un brillo adicional y evita que vuelva a la peluquería cada diez días.
Ahí estaba yo.
Con el pote del shampoo morado en las manos y un terror que no se podía disimilar y que se reflejaba en mis ojos.
Pero, abrí el pote del shampoo decidida.
Puse una toalla sobre mis hombros.
Desenredé completamente el cabello.
Dividí mi pelo en varias secciones, que agarré con coletas.
Eché una cantidad abundante del shampoo sobre la palma de mis manos.
Siempre presta atención al color del shampoo morado. Debe ser violeta intenso, esto te hablará de la calidad del producto.
Comencé con las raíces, ahí donde se veía el nacimiento de mi color natural.
Tomé una nueva cantidad de shampoo y lo coloqué lentamente en los largos del pelo, mecha a mecha.
No te preocupes si manchas la piel de tu cuello, orejas y frente. Al bañarte todo rastro del shampoo sobre tu cuerpo desaparece.
No escatimes en la cantidad de shampoo a usar, después de todo es más económico que una coloración.
Como esta vez, mi pelo estaba seco, no tenía moléculas de agua que llenaran los espacios entre las escamas de las cutículas de los cabello.
Por eso el pigmento violeta del shampoo penetraría mejor en cada uno de mis cabellos. O por le menos, eso esperaba.
Por lo tanto decidí que dejaría actuar el shampoo durante unos siete u ocho minutos aproximadamente.
Nuevamente me encomendé a los dioses del pelo, que para esta hora ya debían estar hasta la coronilla de mis ruegos.
¿Has sentido alguna vez que siete minutos pueden ser una eternidad?
Finalmente el ¡pip!
El cronómetro del celular me indicó que el tiempo de espera había terminado.
Me lancé a la ducha.
Enjuagué todos los restos del shampoo morado que había en mi pelo.
Eso sí, en mi caso este shampoo tiende a resecar un poco mi cabello, por eso siempre aplico una mascarilla de nutrición.
Ahora que no había rastros del shampoo había llegado el momento de encarar el espejo.
Abrí los ojos, saqué la toalla de mi pelo y observé.
¡Ahí estaban mis raíces completamente parejas y esos mechones amarillentos habían desaparecido!
Como castigo bastante mi pelo con los químicos de la decoloración, hace tiempo que renuncié al secador de pelo y a la planchita, salvo en ocasiones muy especiales.
Aunque esta vez era una ocasión especial, quería sacar a la luz mi lado más salvaje, más intempestuoso, ese que me había llevado a tomar la determinación de matizar mi cabello en seco con el shampoo morado.
Lo peiné con los dedos, agradecí a los dioses de los pelos que por fin podrán descansar y comencé a vestirme y maquillarme.
Joaquín ya estaba por llegar.
¿Se puede usar el shampoo para pintar el cabello de violeta o morado?
Algunas mujeres quieren usar el shampoo en seco para teñir su cabello.
Por ejemplo tienen el cabello negro o castaño y pretenden que el shampoo deje su pelo violeta.
El shampoo no sirve para eso porque no tiene la capacidad de teñir, solo sirve para matizar.
También hay chicas con el pelo rubio que quieren usar el shampoo como si fuese un tinte morado.
Si tienes el pelo en algún tono de rubio, y usas el shampoo morado probablemente te queden en el cabello algunos dejos de color pero se irán al primer o segundo lavado. Recuerda, el shampoo sirve para neutralizar los tonos enfrentados en el circulo cromático, no para pintar.
Conclusiones y marcas de shampoo recomendadas
La improvisación es una técnica infalible para chicas desesperadas.
Sin querer, había descubierto una nueva manera de utilizar mi shampoo morado para salir del apuro y que mi pelo se viera fantástico.
Insisto en que es una técnica de salvataje, no la recomiendo como practica habitual.
Dese que descubrí el shampoo morado, adopte dos marcas, que alterno.
Aquí te los dejo.
Shampoo No Yellow
Ver shampoo No Yellow en Amazon
Este fue el primer shampoo morado que compré cuando conocí las ventajas de este tipo de productos capilares.
Lo que mas me gusta de este shampoo, además de que funciona muy bien, es que no reseca el cabello como otros.
Ah, una cosa importante.
Si lo usas de forma correcta un pote puede rendir varios meses.
Shampoo morado Color Endure
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Amo este shampoo por su cremosidad y porque su color violeta intenso, casi rabioso, me garantiza la calidad del producto. Además corrige el amarillento de las puntas en forma increíble.
El aceite de oliva, la vitamina E y la proteína hidrolizada de trigo, impiden que mi cabello después de lavado, termine todo enredado.
¿Probaste alguna vez el usar el shampoo morado sin mojar tu cabello?
¿Que resultados te ha dado?